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Un afrodisiaco, por definición, es un producto capaz de aumentar el apetito sexual. Aceites esenciales en baños, masajes y perfumes se utilizan con este fin desde hace milenios. La piel es el mayor órgano sexual y uno de los más sensibles, por eso su cuidado puede resultar tan erotizante.
Expertos en aromaterapia defienden el efecto real de los aceites esenciales y los consideran  las sustancias afrodisiacas más poderosas que existen. ¿Pueden realmente estimular el deseo unas gotitas de aceite perfumadas?
«Las personas buscan afrodisiacos desde que el hombre es hombre, pero no existen”, afirma Marta Arasanz, psicóloga y directora del Instituto Catalán de Sexología y Psicoterapia. “Es cierto que la aromaterapia estimula los sentidos. Te pone en contacto con tu propio cuerpo, y eso estimula. Pero es una predisposición psicológica, no la sustancia que actúa sobre el cerebro. Si estás enfadado, las gotas no te hacen nada.”
Su efecto radica en “la situación en que se toman, las expectativas e, incluso, la personalidad de quien las toma”, afirma
Arasanz. ¿Cualquier placebo podría funcionar, entonces, como afrodisiaco? “A veces, sí –afirma la psicóloga-, pero en sexología utilizamos más los sabores o los aromas que una sustancia en concreto, ya que se trata de ponerse en contacto con el propio cuerpo y vivirlo, no de buscar un  sustitutivo del deseo.”

Los aromas más efectivos
Para la mujer.
Aceite Esencial de Jazmín: uno de los más sensuales y afrodisiacos, desarrolla el poder de seducción y abre las puertas a una nueva energía sexual. En las culturas orientales es símbolo de pureza y unidad con la energía luminosa y divina del cosmos, aumenta la concentración mental y la conciencia espiritual.
Aceite Esencial de Rosa de Damasco: considerado el más maravilloso de los aceites esenciales. La rosa representa la alegría de lo femenino. Aumenta la fertilidad; relaja el sistema nervioso, calma y ayuda a eliminar el sentimiento de culpa; combate sentimientos de desamor; ayuda a las mujeres a afrontar problemas, da valentía y seguridad y estimula la sabiduría interior.

Para el hombre.
Aceite Esencial de Pachulí: gran estimulante del deseo y la respuesta sexual, combate la frialdad y el desinterés por el sexo; aporta armonía y permite el disfrute de la sexualidad en plenitud.
Aceite Esencial de Romero: planta solar que trae buena suerte y protege de las energías negativas. Da vitalidad, energía, ganas de vivir, confianza en uno mismo y necesidad de comunicarse; tónico general del organismo.